Toca hablar de un tipo de alopecia bastante menos común que la AGA pero no por ello menos importante, la alopecia areata. Es una enfermedad que «ataca» a los folículos pilosos.

Se trata de la pérdida de pelo generalmente muy localizada y puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo (cabeza, piernas, pubis, etc.). Incluso puede provocar la desaparición del vello en todo el cuerpo. Suele comenzar con una pequeña zona redonda que puede extenderse o simplemente aparecer en más sitios.

Este mal no suele diferenciar hombres, mujeres, jóvenes o adultos, su aparición es posible en todas las edades y géneros aunque frecuentemente comienza en la niñez. Los estudios médicos indican que puede tratarse de una enfermedad autoinmune, esto es, que nuestro propio organismo produce anticuerpos contra los folículos.

Antiguamente se asociaba la aparición de este tipo de caída del pelo al estrés o los nervios, causas que han sido prácticamente descartadas por la medicina actual. Sin embargo, estos problemas si que pueden acelerar su aparición.

El factor hereditario también juega un papel importante ya que ha quedado demostrado que aproximadamente un 20% de las personas con esta afección tienen antecedentes familiares con el mismo problema. Igualmente se sabe que es más probable padecer esta enfermedad si en nuestra familia ha habido casos de problemas en la piel (como la dermatitis atópica) u otras enfermedades autoinmunes.

Al contrario de la AGA, el pelo puede volver a crecer, ya que los folículos no desaparecen. El tratamiento suele ser a base de corticoides, cremas para la psoriasis, sesiones controladas de rayos uva, minoxidil, etc.

Como dato hay que apuntar bastantes casos en los que el pelo vuelve a crecer con normalidad sin necesidad de utilizar ningún tipo de tratamiento.

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¿La alopecia androgenética masculina tiene cura?

Rotundamente NO.

 A día de hoy la alopecia androgenética no tiene cura. Lo que SI existen son productos (minoxidil y finasteride principalmente) que, combinados, consiguen pararla e incluso a veces revertir la situación notablemente.

Esos medicamentos combinados con productos para el cuidado del cabello y una buena alimentación consiguen resultados REALES. Con constancia lo más probable es que no te quedes calvo y puedes mantener el pelo que tienes ahora e incluso a veces se consigue tener más pelo.

Pero ¿me funcionará seguro el tratamiento?

Imposible de saber. Cada persona, cada cuerpo, cada organismo es diferente. Esos productos funcionan, están científicamente probados y millones de personas lo usan y demuestran que no es ninguna mentira. Pero, como he dicho, cada persona es un mundo, habrá a quién le funcione mejor que a otro, incluso habrá a quien no le funcione en absoluto.

Para que lo entendáis debéis haceros esta pregunta ¿Te hace exactamente el mismo efecto a ti una aspirina que a tu hermano, que a tu vecino o a tu amigo?

¿Tienen efectos secundarios los tratamientos?

Si. Como cualquier medicamento, los productos para el pelo tienen efectos secundarios. Es bastante raro que aparezcan (alrededor de un 1% o un 2%) pero existen y hay que decirlo abiertamente. La buena noticia es que sus efectos secundarios desaparecen cuando se interrumpe el tratamiento

¿Puedo usar el tratamiento unos meses y después dejarlo?

Los tratamientos actuales SOLO funcionan mientras se están usando, es decir, en el momento en que lo dejes el pelo se caerá como si nunca hubieras hecho ningún tratamiento. En otras palabras, todo lo mantenido o mejorado durante el tratamiento se caerá.

He iniciado un tratamiento y noto una caída del pelo mayor que antes ¿Qué ocurre?

Pueden ocurrir varias cosas, las más habituales, que sufras shedding o que, sencillamente, esos tratamiento no funcionen para ti.

Se me cae el pelo ¿compro directamente minoxidil y finasteride y empiezo a usarlos?

Ni se te ocurra. Estamos hablando de medicamentos, no inicies un tratamiento sin consultar antes a un dermatólogo. Primero necesitas el diagnóstico de un profesional. Si no tienes AGA no te van a funcionar e incluso, en situaciones extremas, podrías perder más pelo aún.

He visto en la tele cepillos con luces, masajeadores, cremas, ampollas y demás cosas que prometen solucionar mi problema

Lo siento mucho pero LOS PRODUCTOS MILAGRO no existen. Nada de eso frena la AGA, como ya he dicho, a día de hoy solo hay un par de productos que pueden hacer frente a la alopecia androgenética masculina (minoxidil y finasteride (o dutasteride que es parecido aunque algo más agresivo)).

Esos productos de la tele pueden mejorar el aspecto y la salud del pelo pero NO van a frenar el avance de la Alopecia Androgenética.

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Hace unos días emitieron en la cadena de televisión española «La Sexta» un interesantísimo reportaje sobre la caída del pelo y el brutal negocio que supone en todo el mundo. En mayor o menor medida todos conocemos el tipo de reportajes que suele hace el popular programa «Equipo de Investigación» donde mezclan buena información con titulares sensacionalistas y manipulados. Éste que os mostramos a continuación titulado «El nuevo oro» no es distinto a los demás pero resulta bastante atractivo para conocer otros puntos de vista sobre la calvicie. (más…)

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Llevamos unos años escuchando las bondades de las células madres y de cómo han revolucionado la medicina. En algunos casos los resultados son palpables, en otros los resultados son… esperanzas. Grandes y fantásticas esperanzas pero todavía nada tangible para el usuario de a pie. Y esto llega a desesperar.

Este comentario viene a raíz de los últimos descubrimientos que se han hecho en el campo de la alopecia. Siempre teníamos a los pobre ratones en el campo de batalla viendo como mágicamente tenían y perdían pelo casi a voluntad del científico en cuestión. Esta vez la cosa cambia ligeramente ya que se está experimentando con células humanas (aunque los experimentos los siguen sufriendo los ratones ).

Para los que sepan inglés, os dejo con el enlace a la revista Nature donde se publicó el artículo, pinchad AQUI. Para los que no queráis leerlo o simplemente no seáis muy curtidos en el inglés se trata de una investigación que ha logrado generar células madres capaces de generar pelo. Por lo visto existen una células de la piel llamadas fibroblastos dérmicos, tras controlas las fases, los tiempos de transformación y la adición de genes estos científicos han logrado transformarlas en «células madre inducidas pluripotentes» que tienen la capacidad de transformarse en otros tipos de células entre las que se encuentran la de los folículos pilosos.

Este descubrimiento no está solo dirigido al pelo, también abre un amplio abanico de posibilidades en el campo de la medicina. Centrándonos de nuevo en lo que nos preocupa en este blog hay que añadir que queda muchísimo (como suele ser habitual) para ver resultados en forma de medicamento «de venta en farmacias» ya que para conseguir una regeneración real de los cabellos se necesita otro tipo de células que completaría el proceso.

En definitiva, otra noticia más donde aparecen las palabras «células madres» y «alopecia». Otra noticia más que nos lleva al futuro pero que deja al presente con el ya clásico finasteride y minoxidil como únicos guerreros efectivos contra la cruel batalla de la alopecia androgenética.

Bueno, al menos es un avance.

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El cáncer es la enfermedad del siglo XXI, no por que antes no existiera, sino por que hace relativamente poco tiempo los médicos han sido capaces de detectarlo y luchar contra él. La medicina moderna es capaz de curar la gran mayoría de ellos si se pillan a tiempo.  Padecer esta enfermedad ha pasado de ser una condena a muerte a un mal trago de unos cuantos meses. Sin embargo el precio es alto ya que los tratamientos producen efectos secundarios muy notorios.

Uno de ellos es la caída temporal del cabello. No se trata de un efecto secundario serio ya que, al contrario que otros, no afectan a la salud física de nuestro cuerpo, pero es un hecho que existe y queremos tratar en esta web.

La quimioterapia, ese gran invento que ha salvado la vida a tanta gente, no solo destruye las células cancerígenas, también afecta a las sanas. Las células que se multiplican rápidamente como las de los folículos capilares (caída del pelo), las paredes de la boca (llagas) y del estómago (úlceras) son muy sensibles a este tipo de tratamientos. Lo bueno es que las células sanas se regeneran con cierta facilidad, lo que nos lleva a un «sufrimiento» temporal.

En la mayoría de los casos, tras el primer ciclo de «quimio», se empieza a notar una caída excesiva. Unas veces ocurre poco a poco, otras ocurre rápidamente. Un consejo muy habitual y muy efectivo para el paciente es ir cortando el pelo poco a poco. Especialmente en el caso de mujeres es recomendable un corte de pelo de unos 5 o 10 cms ANTES de comenzar el tratamiento. Al finalizar el primer ciclo el corte debe ser algo más pequeño (más al estilo de un hombre), para cuando se note la caída masiva hacer un rapado. Con esto se consigue una adaptación psicológica algo mas llevadera que un afeitado repentino de la noche a la mañana. Tened en cuenta que cuando el pelo empieza a caerse lo hace muy radical, el típico gesto de pasarse la mano por el pelo puede hacer que se queden en nuestros dedos decenas de cabellos.

Una vez que ya no queda pelo la recomendación es HACER CASO A TU MÉDICO escrupulosamente, no intentar remedios caseros ni «milagrosos» y, sobre todo, no «asfixiar» el cuero cabelludo las 24 horas del día con pelucas o pañuelos. Ojo, el uso de estos accesorios no es contraproducente ni mucho menos, pero no se debe abusar de ellos ya que la piel del cuero cabelludo no está acostumbrada a rozarse directamente con tejidos. El cuidado que le dediquéis en esta fase puede afectar al posterior crecimiento. Tened en cuenta que se trata de un estado temporal y que si hacéis las cosas bien luego lo agradeceréis.

Una vez que se termina el tratamiento y el doctor da la esperada noticia de que estáis «limpios» ya solo queda tener paciencia y, si todo va bien, en unos 4 o 6 meses empezaréis a lucir un pelo sano. Un dato curioso es que la quimio en ocasiones hace que el aspecto del cabello cambie, puede volverse más rizado o cambiar de color. No os asustéis, es algo que ocurre muy a menudo.

Ah, y no olvidéis alimentaros bien, esto es absolutamente fundamental.

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Aunque ya se ha explicado por encima en otras entradas vamos a ver con más profundidad en que consiste realmente el proceso de miniaturización del cabello en la alopecia androgenética.

La imagen que veis es lo que realmente ocurre en nuestro cuero cabelludo cuando nos vamos quedando calvos. Como ya sabréis, el pelo tiene varias fases de crecimiento y cuando llega el momento de caerse, el folículo que lo contiene ya tiene preparado otro pelo para reemplazarlo. Se trata de un ciclo muy básico: nace-crece-muere. Este ciclo es el que se va viendo afectado y es lo que realmente nos crea falta de pelo.

Nuestra «querida amiga» DHT acorta este ciclo de manera que cada vez que el pelo nace de nuevo lo hace más débil, fino y con una vida más corta. Este ciclo se va repitiendo hasta que el folículo prácticamente no crea pelo o simplemente solo puede producir una fina «pelusilla». Es decir, el pelo cada vez se cae con más frecuencia y el que nace en su lugar cada vez es peor. Como ya adivinaréis en esta parte del texto, no todos los folículos son propensos al DHT, generalmente los folículos «afectados» suelen localizarse en la parte superior de nuestro cuero cabelludo… toda una faena para los hombres.

Afortunadamente hoy en día conocemos un fármaco llamado finasteride que «controla» este ciclo reduciendo el DHT que le llega a los folículos y por lo tanto mejorando el ciclo del cabello. No es magia, es ciencia médica. Muchas personas que no tienen prácticamente pelo (pero que aún conservan muchas «pelusillas») logran mejorar notablemente su aspecto gracias a la finasteride ya que los folículos no están completamente «muertos» y consiguen recuperarse parcialmente, creando nuevamente pelo sano.

Y bien ¿que es el DHT?. Pues el temido DHT (dihidrotestosterona) no es más que una enzima (5-alfa reductasa) que, en contacto con la testosterona de nuestra sangre, se convierte en el citado DHT.

PD: Si pensáis un poco descubriréis por qué cuando una persona se hace un transplante capilar consigue que ese pelo no se vuelva a caer. La explicación reside en que los pelos que se colocan en la zona «calva» provienen de los laterales y la parte trasera de nuestra cabeza cuyos folículos suelen resistir al «ataque» del DHT. En otras palabras, nos trasplantamos pelos de una zona «inmune».

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El Ketoconazol, ese gran desconocido… o no. Éste fármaco se utiliza para muchas afecciones y la alopecia está entre sus principales. Habitualmente se utilizaba como champú para combatir la dermatitis seborreica, la micosis y actualmente se ha descubierto su utilidad como inhibidor antiandrógeno leve, lo que nos lleva directamente a ayudar a frenar la alopecia androgenética.

Actualmente existen muchos champús de farmacia que llevan esta sustancia (se pueden comprar también en tiendas online como la de nuestro actual patrocinador uphairs). Sus resultados no son inmediatos, de hecho son a largo plazo pero merece la pena. Una recomendación habitual de los dermatólogos es usar un champú al 2% de ketoconazol unas dos veces a la semana combinándolo con nuestros champú neutro habitual.  Como siempre, no esperéis milagros, solo resultados realistas y, por supuesto, siempre y cuando la constancia sea total. Para que os hagáis una idea comparan la efectividad del «keto» con la del minoxidil 2% después de un año ya que, al igual que éste mejora la proporción de cabellos en fase de crecimiento y su grosor.

En una escala de efectividad situaríamos al champú con ketoconazol en tercer lugar, justo detrás del minoxidil. Como siempre, la reina indiscutible en la lucha contra la AGA sigue siendo la finasteride. Y una vez más insisto en que la mejor manera de frenar la caída en incluso recuperar algo de cabello es usar los tres productos estrella conjuntamente.

Link de interés

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Ya lo hemos comentado varias veces en esta web, esta técnica artística se basa en el conocido método de pigmentación de la piel para simular un propósito. Entre las mujeres es muy habitual la micropigmentación de las cejas y los labios por ejemplo.

En nuestro caso se trata de «tatuar» o pigmentar la zona del cuero cabelludo que ha quedado despoblado para simular el efecto de rapado o simplemente llenar los huecos. Con ello no vas a conseguir pelo en esa zona pero el efecto visual que provoca es muy agradable a la vista y, en manos de un buen «artista», se consiguen unos resultados sorprendentes.

Lo más habitual es verlo aplicado en personas con la cabeza afeitada. No es lo mismo tener el aspecto rapado en la zona de la «corona» que en toda la cabeza. El actor Vin Diesel es un claro ejemplo, por si no lo sabíais es completamente calvo y en sus películas usa habitualmente está técnica (él se maquilla, en su caso no es permanente) para simular un «rapado perfecto»

Vin Diesel

http://www.beautymedical.it/

Sin embargo, no solo se usa para la gente rapada, su uso se extiende a personas que quieren aparentar mayor densidad de cabellos, mirad estas fotos sacadas del foro italiano «http://bellicapelli.forumfree.it»

Antes

Después

Como veis es una alternativa real y para nada descartable. Además tiene la ventaja económica ya que su coste es bastante menor que el transplante de pelo. Pero claro, no todo son buenas noticias, aquí vienen los «peros»: como en cualquier tatuaje el tiempo y el sol van deteriorando la calidad del «dibujo» y en algunos casos donde no se usa una tinta de calidad el color va volviéndose azulado y verdoso. Este problema está siendo solucionado y en la actualidad si te pones en manos de una buena clínica no debería ocurrir nada de eso.

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Llegó el otoño y con él vuelve el frío y los árboles pierden sus hojas… pero ¿a que les vuelven a crecer? pues algo así pasa con el pelo. Y no necesariamente quiere decir que en otoño se nos caiga más el pelo, quiero decir que hay mucha gente que nota una mayor caída del cabello en ciertas épocas del año, sobre todo después del verano.

Una buena explicación puede ser que en la época de más calor del año cuidamos menos el pelo (sol, playa, arena, sal, etc.) y eso hace que se debilite. Sin embargo la opción más plausible está en el propio ciclo del cabello. Nuestros folículos tienen varias fases donde nace el pelo, crece y tras un cierto tiempo muere para producir pelo nuevo. Esta última fase puede ocurrir a la vez en una gran cantidad de folículos por lo que es normal sentir que en ciertos momentos el pelo se nos cae más.

Y esto no quiere decir que nos estemos quedando calvos, ni mucho menos. Quedarse calvo significa que cuando el pelo muere nuestro folículo no es capaz de producir un cabello igual de sano que el anterior. Este proceso se repite continuamente hasta que el pelo que nace es prácticamente invisible o, simplemente, no es capaz de nacer. En otras palabras, estamos continuamente perdiendo pelo, la diferencia entre los que sufrimos alopecia y los que no es que los primeros no regeneran bien el pelo perdido.

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