Cuando se nos empieza a caer el pelo nos entra ansiedad, miedo y, sobre todo, desconcierto: ¿por qué me pasa? ¿qué hago? ¿donde acudo? ¿ya no hay vuelta atrás?… éstas son algunas de la preguntas que nos hacemos y que tienen respuesta.
Lo primero es lo primero, directos al dermatólogo, pero no a un médico cualquiera, buscad información, preguntad, pedid recomendaciones, seguro que en vuestra ciudad hay un buen derma que DE VERDAD va a analizar vuestro caso. Y me estoy refiriendo a uno que os vea el pelo, que os pida referencias familiares, situación personal actual, que OS MANDE UN ANÁLISIS DE SANGRE, que os explique tranquilamente qué puede ocurrir… si os toca el típico que os arranca un pelo, lo mira a la lupa y ¡¡¡TACHÁN, tiene diagnóstico!!! pedid una segunda opinión a otro.
Bien, ya hemos hecho lo más importante, encontrar al profesional adecuado. El siguiente paso lo marca el médico, después de ver los resultados de la analítica os dirá qué tipo de alopecia sufrís. Recordad que la medicina no es una ciencia exacta (mirad la serie HOUSE) y no siempre se tiene un diagnóstico acertado a la primera. Aquí pueden pasar varias cosas:
a) Que vuestra alopecia sea provocada por estrés o falta de vitaminas/minerales lo que no sería del todo malo ya que el problema estaría muy localizado y tendría solución a medio plazo. Seguramente un cambio del ritmo de vida, una buena alimentación y unos suplementos vitamínicos que podréis comprar en cualquier tienda online os resolverán el problema.
b) Que esté provocada por dermatitis seborreica u otro problema de la piel, lo cual es bastante frecuente y, por fortuna, fácilmente diagnosticable por un buen profesional. La mala noticia es que habrá que seguir un tratamiento muy estricto y cuidarse mucho. La mayoría de las veces consiste en encontrar el champú adecuado, seguir una rutina de higiene concreta y tomar unos medicamentos.
c) Que la alopecia sea de las «raras» y tengáis que seguir haciéndoos pruebas hasta dar con la raíz del problema. Hay bastantes y variados casos en lo que esto ocurre por desgracia. No hay tratamiento concreto ya que pueden ser muchas las causas.
d) La más probable de todas, la temida alopecia androgenética. NO tiene solución definitiva y hay que seguir el tratamiento mientras se desee mantener el pelo. Como ya sabréis a estas alturas hay distintos grados de alopecia, si todavía os queda pelo una combinación de finasteride + minoxidil es lo único científicamente probado que funciona, si por el contrario ya no os queda pelo habrá que recurrir a un trasplante capilar.
El último paso quizá es el más difícil: la constancia. No hay un método universal para ser constante, depende de cada persona y de lo que quiera aguantar. El camino es complicado, habrá que lidiar con el shedding, con los bajones emocionales, con el estilo de vida, con los posibles efectos secundarios e incluso con la economía (los tratamientos no los regalan precisamente)… pero la recompensa merece la pena, mantener nuestro pelo.
A mucha gente os parecerán tremendamente triviales y obvios los pasos a seguir, pero os puedo asegurar que no es así. Un buen consejo puede ahorrar muchísimo tiempo y dinero. El dinero va y viene pero el tiempo en el caso que nos ocupa es esencial ya que lo nuestro es una lucha contrarreloj. Ojalá hubiera leído foros con la experiencia de otras personas antes de probar por mí mismo lo que NO funciona… por suerte para las nuevas generaciones la información hoy en día está al alcance de todo el mundo a un simple click de distancia.